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Patologías, Terapia de dieta

Epilepsia idiopática canina: ¿puede la alimentación formar parte de la terapia?.


miércoles 15 enero 2025


Epilepsia idiopática canina: ¿puede la alimentación formar parte de la terapia?

La epilepsia idiopática es una patología crónica, no progresiva, caracterizada por crisis epilépticas no atribuibles a anomalías neurológicas específicas. En el ser humano y en el perro, la epilepsia representa la enfermedad neurológica crónica más común, y la prevalencia en la especie canina se ha estimado en torno al 1-2%. Su clasificación, en el perro, proviene principalmente de la clasificación utilizada en el ser humano, la cual fue modificada en 2010 por la Liga Internacional Contra la Epilepsia

La clasificación anterior dividía esta patología en tres categorías: la epilepsia primaria idiopática (debida a trastornos funcionales cerebrales sin causas identificables, salvo una posible predisposición genética), la epilepsia secundaria (cuyo origen se debe a lesiones cerebrales adquiridas o patologías metabólicas) y una forma denominada epilepsia criptogénica, en la que se sospecha una causa subyacente estructural que aún no ha sido identificada.

La nueva clasificación ha modificado esta nomenclatura, definiendo tres nuevas categorías que reemplazan las anteriores: epilepsia genética, epilepsia estructural/metabólica y epilepsia de origen desconocido. Esta clasificación ha sido objeto de intensos debates, tanto en la medicina humana como veterinaria, y aún no ha alcanzado un consenso unánime en su aplicación. De hecho, en el lenguaje común, el término "epilepsia idiopática" sigue siendo ampliamente utilizado.

La epilepsia idiopática o genética es la forma que afecta más comúnmente a la especie canina y, a pesar de los numerosos estudios realizados, aún no se comprende completamente cuáles son los mecanismos que causan las crisis epilépticas.

En consecuencia, los protocolos terapéuticos utilizados hasta ahora están dirigidos al control de las crisis mediante la administración crónica de medicamentos antiepilépticos, en lugar de a la prevención de la epileptogénesis.

Sin embargo, a pesar del uso adecuado de medicamentos antiepilépticos, aproximadamente un tercio de los perros, al igual que los seres humanos, son refractarios al tratamiento y continúan experimentando convulsiones difíciles de manejar incluso con la ingesta regular de la terapia. Por lo tanto, se sigue buscando tratamientos no farmacológicos que puedan reducir la sintomatología en este tipo de pacientes.

En medicina humana, entre las nuevas estrategias estudiadas se encuentra el uso de dietas cetogénicas, es decir, dietas caracterizadas por un alto contenido en grasas, proteínas adecuadas y bajo contenido en carbohidratos. Generalmente, estas dietas tienen una relación de grasas a carbohidratos + proteínas de 4:1 o 3:1 y proporcionan solo el 75-80% de lo que debería ser el requerimiento calórico diario del sujeto, tratando de reproducir la cetosis inducida por el hambre. Las grasas provienen típicamente de aceites vegetales (con ácidos grasos de cadena larga) o de origen animal (con ácidos grasos saturados). Sin embargo, también se ha estudiado un tipo alternativo de dieta cetogénica que incluye el uso de triglicéridos de cadena media. Este tipo de triglicéridos es más cetogénico que los otros ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga y su uso permite que los pacientes consuman más carbohidratos, llevando la relación de grasas a la combinación de proteínas y carbohidratos en la dieta a un valor alrededor de 2,5:1.

Este tipo de dieta, asociada a la terapia farmacológica estándar, ha obtenido numerosos beneficios en humanos y niños con epilepsia idiopática refractaria. De hecho, un tercio de los pacientes ha tenido una reducción del 90% en la frecuencia de las crisis convulsivas y un tercio ha tenido una reducción de entre el 50% y el 90%. Sin embargo, aún no se comprende el mecanismo exacto de acción de esta dieta. Entre las hipótesis propuestas hasta ahora se incluyen una alteración del metabolismo energético cerebral debido a la alta concentración de cuerpos cetónicos que se forman tras la ingesta de una dieta cetogénica, la inhibición de la producción de radicales libres derivados de la oxidación del oxígeno y la disminución del pH cerebral.

Además, los cuerpos cetónicos podrían influir en las concentraciones y funciones de los neurotransmisores así como en su actividad receptorial.

En cualquier caso, las dietas cetogénicas son extremadamente restrictivas y presentan múltiples efectos adversos y complicaciones potenciales, como deficiencias de nutrientes esenciales (por ejemplo, hipomagnesemia, osteopenia por hipovitaminosis D o deficiencia de proteínas) y, por lo tanto, solo se utilizan en pacientes con epilepsia grave que no responden al tratamiento farmacológico convencional. Además, la investigación se está centrando en el posible uso de intervenciones dietéticas alternativas menos restrictivas que las dietas cetogénicas estándar.

En medicina veterinaria, los estudios sobre el posible efecto beneficioso de las dietas cetogénicas en animales con epilepsia idiopática refractaria son casi inexistentes, y la verdadera eficacia de este tipo de dietas en pacientes caninos sigue siendo desconocida.

Hasta el momento, en perros se han realizado solo dos estudios sobre su uso, con resultados dispares. En el primer estudio realizado por Patterson en 2005, los perros que recibieron, durante un período de seis meses, un alimento cetogénico con las características de las dietas utilizadas en medicina humana, no experimentaron una mejora significativa en la frecuencia de las crisis epilépticas, a pesar del aumento de los niveles séricos de β-hidroxibutirato.

En un segundo estudio más reciente de Pagani et al, en cambio, la mayoría de los sujetos que recibieron una dieta cetogénica con la inclusión de triglicéridos de cadena media y la ingesta del 60% de kcal respecto a sus necesidades energéticas presentaron una frecuencia de crisis significativamente inferior a la anterior. Esto sugiere que en perros epilépticos la sustitución de triglicéridos de cadena larga por triglicéridos de cadena media en una dieta cetogénica podría marcar la diferencia para obtener los efectos deseados. Sin embargo, se necesitan más estudios para confirmar esta hipótesis.

A pesar de la falta de evidencias científicas, en perros con epilepsia refractaria al tratamiento farmacológico, podría tener sentido considerar el inicio de una dieta "simil-cetogénica" con la esperanza de reducir la frecuencia de las crisis epilépticas, especialmente considerando que actualmente, muchos perros con epilepsia refractaria terminan siendo sometidos a eutanasia o mueren durante convulsiones incontrolables.

El plan nutricional, sin embargo, debe ser estudiado con gran cuidado para minimizar los riesgos asociados con este tipo de dieta. Además de los posibles déficits de micronutrientes, se debe tener en cuenta que las dietas cetogénicas son ricas en grasas y que las utilizadas en medicina humana llegan a proporcionar el 80-90% de la energía con lípidos. Este tipo de dieta, administrada a un perro, puede ser motivo de preocupación por la hipertrigliceridemia, ya inducida por el uso de fenobarbital como tratamiento para la epilepsia, y que en algunos sujetos puede aumentar los riesgos de desarrollar pancreatitis, especialmente en perros con otros factores de riesgo preexistentes como la obesidad.

Hasta la fecha, no existen pautas sobre cómo elaborar un plan nutricional para un perro con epilepsia idiopática, pero si se decide elaborar uno, es fundamental considerar ciertos aspectos y tomar precauciones.

A continuación, proponemos algunas consideraciones:
- Evaluar si, siguiendo las pautas de las dietas humanas, tiene sentido administrar una cantidad menor de kcal respecto a las necesidades energéticas del animal, manteniéndose alrededor del 60-70% de las mismas.
- Decidir qué relación debe tener la dieta de lípidos:proteínas+carbohidratos, tratando de mantenerla lo más baja posible, por ejemplo, asegurando que las kcal proporcionadas por los lípidos superen ligeramente las kcal proporcionadas por la suma de proteínas y carbohidratos.
- Favorecer la administración de lípidos en forma de ácidos grasos de cadena media, administrando, por ejemplo, aceite MCT o aceite de coco. Asegurándose, sin embargo, de satisfacer las necesidades mínimas de ácido linoleico indicadas por FEDIAF. En cualquier caso, los lípidos deben introducirse gradualmente para evaluar los posibles efectos secundarios de su elevada ingesta en el paciente.
- Elegir fuentes proteicas de alto valor biológico y alta digestibilidad, asegurándose de no bajar de los niveles mínimos indicados por FEDIAF.
- Reducir al mínimo, si no eliminar totalmente, los carbohidratos presentes en la dieta, especialmente los simples.
- Considerar la adición de suplementos funcionales como antioxidantes, CBD y omega 3.
- Monitorizar estrictamente al paciente después de iniciar la dieta, y controlar con frecuencia también los niveles de fenobarbital, especialmente considerando que una dieta rica en grasas puede favorecer la absorción de este fármaco a nivel intestinal.

Finalmente, por lo que es evidente, es importante recordar que la dieta debe cumplir siempre con las necesidades mínimas y máximas indicadas por FEDIAF.

BIBLIOGRAFÍA:
- Gandini G. La epilepsia en el perro: un enfoque clínico y terapéutico moderno parte I: definición, clasificación, patogenia, enfoque clínico. Veterinaria, Año 29, n°1, Febrero 2015
- Larsen J.A., Owens T.J., Fascetti A.J., Manejo nutricional de la epilepsia idiopática en perros. JAVMA, Vol 245, No. 5, 1 de septiembre de 2014
- Law TH, Davies ES, Pan Y, Zanghi B, Want E, Volk HA. Un ensayo aleatorizado de una dieta con TAG de cadena media como tratamiento para perros con epilepsia idiopática. Br J Nutr. 14 de noviembre de 2015;114(9):1438-47.
- Packer R.M.A., Law T.H. et al. Efectos de una dieta cetogénica sobre el comportamiento tipo TDAH en perros con epilepsia idiopática. Epilepsy & Behavior 55 (2016) 62-68
- Pagani E, Siviero T, Prola L. Dieta cetogénica para perros con epilepsia refractaria. Resumen del Congreso ESVCN 2014 – Utrecth (NL)


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