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Patologías, Terapia de dieta

La dieta como apoyo en el tratamiento de pacientes con osteoartritis.


miércoles 28 mayo 2025


La dieta como apoyo en el tratamiento de pacientes con osteoartritis

La osteoartritis es una enfermedad articular degenerativa caracterizada por alteraciones patológicas de las articulaciones asociadas a la degeneración y pérdida de colágeno y proteoglicanos. Los principales signos clínicos son dolor, rigidez, cojera y pérdida de la funcionalidad de las articulaciones afectadas

Esta patología puede afectar a animales adultos de cualquier edad, aunque la edad avanzada, junto con la obesidad, se encuentra entre los factores de riesgo más comunes.

La osteoartritis puede clasificarse como primaria o secundaria. En la forma primaria, la causa generalmente no es conocida y se observa con mayor frecuencia en razas como el rottweiler, pastor alemán, labrador y golden retriever. La forma secundaria se debe a otras patologías o condiciones subyacentes, como anomalías articulares congénitas o adquiridas, traumatismos o infecciones, que, asociadas al envejecimiento y al sobrepeso, conducen al desarrollo de osteoartritis.

También los gatos pueden verse afectados por esta enfermedad, y en esta especie, la obesidad y la edad avanzada también constituyen factores de riesgo relevantes.

El diagnóstico se realiza mediante estudios radiográficos y el tratamiento de esta patología requiere un enfoque multimodal en el que la nutrición desempeña un papel fundamental. La eventual cirugía, el uso de fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), la fisioterapia y el control del peso son otros enfoques que, individualmente o combinados, deben considerarse en la gestión de la osteoartritis.

Dado que esta patología es generalmente irreversible, el objetivo de la terapia debe ser reducir el dolor y los signos clínicos, así como ralentizar la progresión de la enfermedad.

Durante la consulta clínica, es fundamental que el médico veterinario evalúe también el BCS (Body Condition Score) del animal, con el fin de determinar si presenta sobrepeso u obesidad, y cuál sería su peso ideal.

De hecho, además de ser adecuada a la edad del paciente, la dieta seleccionada debe tener como objetivo alcanzar y mantener el peso ideal del animal y proporcionar nutrientes específicos que puedan ayudar a reducir la inflamación y el dolor, retrasando el proceso de degradación articular.

La obesidad, además de ser uno de los factores de riesgo para el desarrollo de la osteoartritis, agrava la sintomatología clínica y facilita la progresión de la enfermedad.

El primer paso debe ser, por tanto, calcular correctamente las necesidades energéticas del animal, utilizando como referencia el peso ideal y no el peso actual, e incorporando factores de corrección destinados a promover la pérdida de peso del paciente.

En caso de que el perro o el gato necesiten perder peso, la dieta debe tener en cuenta los factores nutricionales clave asociados a la obesidad.

A este respecto, recomendamos la lectura del artículo: Dieta casera para un animal obeso: los factores nutricionales claves para obtener buenos resultados.

Además de lo anterior, el plan nutricional debe incluir directrices que aporten beneficios específicos en casos de osteoartritis.

A continuación, se presenta una tabla extraída del Small Animal Clinical Nutrition, que indica los factores nutricionales clave en los alimentos destinados a perros con osteoartritis:
FACTOR
DOSIS RECOMENDADA

Total omega 3
3,5-4%

EPA
0,4-1,1%

Relación omega 6:omega 3
1:1

L-carnitina
>300 mg/kg de S.S. de alimento

Glucosammina
<=0,1%

Sulfato de condroitina
<=0,08%

Vitamina E
>400 U.I./kg de S.S. de alimento

Vitamina C
>100 U.I/kg de S.S. de alimento

Selenio
0,5-1,3 mg/kg de S.S. de alimento

Fósforo
O,3-0,6%

Sodio
0,2-0,4%



Nota: Los datos se expresan sobre base de materia seca del alimento.

La inclusión en la dieta de una alta concentración de ácidos grasos omega 3, y en particular de EPA y DHA, tiene como objetivo contrarrestar la inflamación presente en la osteoartritis, reduciendo la concentración de ácido araquidónico en las membranas celulares. La consecuencia es una disminución en la síntesis de eicosanoides proinflamatorios derivados del ácido araquidónico, favoreciendo la producción de eicosanoides derivados del EPA, que poseen actividad antiinflamatoria.

Además, estudios in vitro sobre cartílago canino han demostrado que aquel expuesto al ácido eicosapentaenoico sufre una menor degradación.

En los numerosos estudios realizados sobre el uso de omega 3 en animales con osteoartritis, las dosis utilizadas han sido muy variables, y los porcentajes indicados en la tabla representan un resumen de aquellos que parecen haber proporcionado mayores beneficios.

Bauer, en el artículo que publicó sobre las dosis de omega 3 a utilizar en distintas patologías, especifica que, en base a los estudios realizados, la dosis mínima efectiva en casos de osteoartritis es de 230 mg/kg de peso metabólico del animal. Sin embargo, este autor recomienda como dosis de referencia 310 mg/kg de peso metabólico.

También la relación entre omega 6 y omega 3 en la dieta parece jugar un papel fundamental en la mejora del perfil inflamatorio. De hecho, en la tabla anterior se recomienda una proporción inferior a 1:1.

Sin embargo, antes de llegar a una proporción tan baja, el veterinario debe valorar cuidadosamente los riesgos y beneficios de su uso.

Un exceso de omega 3, especialmente si se asocia a una relación omega 6:omega 3 inferior a 1, puede conllevar efectos secundarios importantes, como alteraciones en la función plaquetaria, riesgo de hemorragia, problemas gastrointestinales, así como alteraciones en la respuesta inmunitaria del paciente.

El uso de L-carnitina en animales con osteoartritis se vincula principalmente a la necesidad de pérdida de peso, común en la mayoría de los pacientes con esta patología.

Este derivado aminoacídico desempeña un papel esencial en la promoción de la pérdida de peso, ya que está implicado en numerosos procesos fisiológicos relacionados con el metabolismo de los lípidos y la producción de energía a partir de ellos.

La L-carnitina favorece la oxidación de las grasas y su utilización como fuente energética, y contribuye al mantenimiento de la masa magra durante la pérdida de peso en perros.

También en gatos obesos, su uso ha demostrado beneficios evidentes durante el proceso de adelgazamiento, entre ellos, una mayor rapidez en la pérdida de peso.

Con el objetivo de apoyar la regeneración del cartílago articular y reducir el uso de AINEs, se ha intensificado la búsqueda de alimentos funcionales que puedan ofrecer soporte nutricional en animales con osteoartritis.

Entre las moléculas más estudiadas y utilizadas se encuentran el sulfato de condroitina y la glucosamina. Estas forman parte del cartílago articular, y su administración en animales con osteoartritis parece favorecer la regeneración del tejido cartilaginoso.

No obstante, cuando se administran por vía oral, su biodisponibilidad es limitada y varía considerablemente en función de la pureza del producto, su concentración y peso molecular.

Además, los estudios realizados han producido resultados contradictorios en cuanto a los beneficios reales de su uso. Sin embargo, dado que son sustancias bien toleradas por perros y gatos y prácticamente exentas de efectos adversos, la mayoría de los veterinarios recomiendan su administración en pacientes con osteoartritis.

Las dosis sugeridas varían según los autores y estudios que documentan sus efectos positivos. Actualmente, la mejor evidencia en perros indica que proporcionar entre 25-50 mg de glucosamina y entre 15-40 mg de sulfato de condroitina por kg de peso corporal puede ser beneficioso para algunos pacientes con osteoartritis.

El aumento del contenido de vitamina C, vitamina E y selenio en la dieta se recomienda por su acción antioxidante.

Las vitaminas C y E, al reducir la producción de especies reactivas de oxígeno (ROS), parecen ayudar a reducir el daño a las células sinoviales, mientras que el selenio, al ser un componente de la glutatión peroxidasa, potencia la acción de esta enzima en la defensa del organismo frente al estrés oxidativo.

En lo que respecta a la dosificación, hasta la fecha no existen guías unificadas y precisas.

Para la vitamina E, una de las dosis reportadas en la literatura es de 2,5 mg/kg de peso corporal del animal.

BIBLIOGRAFÍA:
- Bauer, JE. Therapeutic use of fish oils in companion animals. JAVMA. 2011;239(11):1441
- Comblain F, Serisier S, Barthelemy N, Balligand M, Henrotin Y. Review of dietary supplements for the management of osteoarthritis in dogs in studies from 2004 to 2014. J Vet Pharmacol Ther 2016 Feb;39(1):1-15
- MS Hand, CD Thatcher, RL Remillard, P Roudebush & BJ Novotny. Small Animal Clinical Nutrition, 5ª edición. Ed. 2010, capítulo 34
- Delaney SJ & Fascetti AJ. Applied Veterinary Clinical Nutrition, 2012, capítulo 10


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