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Snacks y premios: un quebradero de cabeza para el nutricionista, una necesidad para el propietario.


miércoles 10 diciembre 2025


Snacks y premios: un quebradero de cabeza para el nutricionista, una necesidad para el propietario

Muchos propietarios ofrecen premios y snacks a sus animales, especialmente a los perros, sin darse cuenta de cuántos administran, de qué les están dando y, sobre todo, de cuántas kcal están suministrando como "extras"

Típicamente, cuando se realiza una anamnesis nutricional detallada en un animal con sobrepeso, se descubre que "come poco" durante las comidas, pero luego, al llegar a la fatídica pregunta "¿utilizan premios?", el propietario comienza con una lista que parece la de la compra.

En mi experiencia, las frases más habituales son: "pero las galletitas que le doy son pequeñas", y luego se descubre que el perro consume 20 al día; "le doy los sticks para limpiar los dientes", y tras profundizar surge que un perro de 10 kg ingiere cuatro al día; "son lo único que come con gusto", y al pedir especificaciones sobre cuáles utiliza, el propietario empieza con una lista interminable de productos completamente desconocidos.

Si a estos snacks se añaden los "trozos" de nuestros propios alimentos que se ofrecen desde la mesa, cuando se calculan las kcal que el perro recibe como extras, en ocasiones solo con ellos se llega casi a cubrir su requerimiento energético diario.

Lo mismo ocurre con aquellos animales de apetito "caprichoso", es decir, perros que según el propietario apenas comen durante las comidas, pero que mantienen perfectamente su peso. Investigando, el nutricionista descubre que, mágicamente, el requerimiento calórico del animal queda cubierto por todas las galletas y snacks que recibe a lo largo del día.

Lamentablemente, estos alimentos son complementarios y, en consecuencia, no aportan la cantidad adecuada de minerales y vitaminas para constituir una dieta completa y equilibrada, pero sí aportan una gran cantidad de calorías.

Además, resulta prácticamente imposible conocer los contenidos analíticos en micronutrientes de estos productos.

Sin mencionar los ingredientes, que en algunos snacks resultan estremecedores.

Por ejemplo, la etiqueta de un famoso bastoncillo para mantener limpios los dientes de perros de talla pequeña indica la siguiente información:
- 51 kcal por bastoncillo (aproximadamente 15,7 gramos), lo que corresponde a 324 kcal/100 gramos.
- Proteínas 8,1%; grasas brutas 1,3%; fibra bruta 0,2%; cenizas brutas 6,3%; humedad 15,4%.

Haciendo el cálculo por sustracción, el 68,7% restante está constituido por NFE (extractivos no nitrogenados, es decir, carbohidratos y, en mínima parte, fibra soluble).

Ingredientes: cereales, subproductos de origen vegetal (de los cuales 0,2% extracto de té verde descafeinado, 0,03% aceite de eucalipto), sustancias minerales (de las cuales 2,3% tripolifosfato de sodio), carnes y derivados, aceites y grasas.

Personalmente, cuando descubrí las kcal que aporta un solo bastoncillo, me quedé bastante sorprendida, especialmente considerando que están destinados a animales de talla pequeña.

Las empresas sugieren una cantidad diaria de administración, pero lamentablemente el propietario suele ofrecer muchos más.

Además, las dosis recomendadas nunca tienen en cuenta el peso exacto del animal, sino un rango de pesos, y un perro que pesa 5 kg o 10 kg tiene un requerimiento energético diario muy distinto.

En consecuencia, también cambia el porcentaje del MER aportado por un solo snack.

Por ejemplo, si el perro pesa 5 kg y no está esterilizado, su MER es de aproximadamente 367 kcal. Un solo bastoncillo de 51 kcal, en su caso, aporta ya por sí solo el 13% de su requerimiento calórico diario.

En el caso de un perro entero de 10 kg, el MER es de 618 kcal y un bastoncillo aporta el 8% de su requerimiento calórico.

Por otro lado, pensar en eliminar completamente los snacks y premios en un animal acostumbrado a recibirlos en gran cantidad es prácticamente imposible, y en parte también incorrecto.

La administración de snacks por parte del propietario es un comportamiento fundamental en la relación con su animal.

En un estudio realizado por White et al. en 2016, se entrevistó a propietarios sobre la administración de snacks a sus perros, y el 69% declaró que proporcionaba diariamente snacks comerciales a su mascota.

Las opiniones de los propietarios, en relación con la administración de premios, incluían temas como el refuerzo positivo y la responsabilidad, pero reflejaban también aspectos relacionales del vínculo humano-animal. Los resultados del estudio muestran que la administración de snacks forma parte del día a día en los regímenes alimentarios y que los premios están incorporados en el comportamiento alimentario de muchos propietarios de perros.

Por lo tanto, no tendría mucho sentido privar completamente al propietario (y al animal) de un hábito tan consolidado.

Sin embargo, puede ser una buena idea buscar, junto con el propietario, snacks y premios que, por un lado, permitan preservar este aspecto de la relación con su perro, pero que por otro no afecten de manera tan significativa a la dieta y al peso del paciente.

En el mercado existen, por ejemplo, premios constituidos al 100% por carne deshidratada o por pequeños peces deshidratados.

Desde el punto de vista calórico, estos premios, a igualdad de gramos administrados, no difieren mucho de los elaborados a base de cereales, pero la lista de ingredientes es mucho más simple: por ejemplo, 100% esófago de bovino o 100% pescado.

La ventaja es que cada snack pesa mucho menos y, en consecuencia, el aporte calórico que proporciona cada uno de ellos es mucho menor, y además aporta principalmente proteínas en lugar de carbohidratos.

Asimismo, al estar basados en una sola fuente proteica, pueden utilizarse con mayor tranquilidad también en animales alérgicos.

Aunque tampoco de estos alimentos se conocen generalmente los contenidos analíticos en micronutrientes, si el aporte calórico total que proporcionan representa menos del 10% del requerimiento energético del animal, no deberían influir de manera significativa en el equilibrio de la dieta.

En cualquier caso, siempre se debería indicar al propietario una dosis precisa que administrar a su animal, de modo que sea posible calcular las kcal proporcionadas con ese producto y restarlas del requerimiento energético total, a fin de elaborar una dieta con las calorías restantes.

Otra propuesta interesante que puede hacer el nutricionista al propietario es utilizar como snacks alimentos "de uso humano", como frutas, verduras o yogur, de los cuales se conocen los valores analíticos.

De este modo, dichos alimentos pueden integrarse directamente en el plan nutricional.

Como alternativa, existen en el mercado numerosos deshidratadores que el propietario puede adquirir para deshidratar una parte de la carne presente en el plan nutricional y administrarla posteriormente en forma de snacks y premios.

Finalmente, algunas empresas de alimentación animal han creado "treats" específicamente formulados para animales con sobrepeso o para animales alérgicos, cuyos valores analíticos en macro y micronutrientes se encuentran disponibles.

Lo mismo se aplica cuando la dieta que se proporciona al animal es de tipo comercial.

Las kcal suministradas con los snacks no deberían superar el 10% del requerimiento energético diario, y se debería aconsejar al propietario cuáles utilizar, en función de la etiqueta, de las kcal aportadas por cada premio y de los ingredientes.

Además, las kcal administradas mediante estos snacks deben restarse del requerimiento energético diario antes de calcular la dosis diaria del alimento comercial completo que se administrará al paciente.

Dra. Barbara Guidini,
DVM, Executive Master en nutrición, dietética clínica y tecnología del pet food

BIBLIOGRAFÍA:
- G.A. White, L. Ward, C. Pink, J. Craigon, K.M. Millar. "Who's been a good dog?" - Owner perceptions and motivations for treat giving. Preventive Veterinary Medicine 132 (2016) 14-19.


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